sábado, 2 de marzo de 2013

DESARROLLO DEL BEBE 0 A 36 MESES DE EDAD.



 Al observar este video nos brinda la oportunidad de tomarlo como una guia para el desarrollo evolutivo del 
niño y la niña identificar caracteristicas que nos permiten estimularlo en su primer año de vida.
podemos observar a su vez todos los factores que influyen en la formación de su personalidad 

En todos los niños se dan unos períodos críticos, que son aquellos lapsos de tiempo en los que se dan las máximas capacidades (sensoriales, motoras, motivacionales y psicológicas) para realizar los aprendizajes. Se dice que se da una receptividad ideal.

para comprender mejor estas etapas de madurez tomare en cuenta a Piaget y sus divisiones , Se pueden distinguir 6 subestadios en la consolidación de los reflejos:
            1.- Ejercitación de Reflejos Involuntarios (0 – 1 meses): realiza movimientos incontrolados.
2.- Reacciones Circulares Primarias (1 – 4 meses): repite una misma acción con su cuerpo ya que le produce placer. Sigue los objetos con la mirada, aunque no los busca si desaparecen.
3.- Reacciones Circulares Secundarias (4 – 8 meses): repite las acciones porque le resultan placenteras de forma voluntaria. Estas acciones ya no están centradas en su cuerpo solamente sino que también en los objetos que le rodean.
4.- Coordinación de Esquemas Secundarios (8 – 12 meses): la conducta es intencional. Ya busca los objetos en el lugar en el que los vio desaparecer.
5.- Reacciones Circulares Terciarias (12 – 18 meses): repite las acciones pero modificándolas sin ser siempre iguales, experimentando. Busca los objetos en el último lugar en los que los vio.
6.- Paso a las Representaciones Mentales (18 – 24 meses): va interiorizando esquemas de acción que le permiten conocer las propiedades de los objetos sin tener que actuar con ellos. Con los objetos sabe que permanecen en un lugar aunque no los esté viendo.

COMENTARIO PERSONAL.
  Tenemos que tomar en cuenta las caracteristicas de estas etapas, ya que  nos dan  la pauta para identificar que durante  los 6 primeros años de vida se ponen los cimientos de la estructuración de base de la personalidad futura del niño. Por ello es necesario tener cubiertas las necesidades básicas del niño para que así se pueda desarrollar adecuadamente.
Si estos cimientos quedan bien puestos, luego en el futuro se adquirirán mejor los conocimientos.

Los adultos que más relación tiene con los niños son la familia, desde el momento del nacimiento y los educadores, cuando el niño es más mayor.
El ámbito familiar resulta de vital importancia en la progresiva conformación de la personalidad infantil.
La familia, además de brindarle alimento y cuidados físicos, otorga al niño la satisfacción de otra necesidad básica a estas edades: afecto y seguridad. La satisfacción de estas necesidades van a determinar el  adecuado desarrollo de la confianza del niño en sí mismo y de su progresiva conformación de la autoestima.
Igualmente, el educador  va a tener una gran tarea al llevar a cabo su labor de manera complementaria a la realizada por la familia. Una de sus labores fundamentales radica en la creación de un ambiente afectivo y seguro en el aula que fomente el crecimiento del “sí mismo” y autoestima infantil.
Por ello, entiendo que a estas edades es fundamental la relación del educador con los padres, puesto que ambos comparten unas funciones (facilitadora, estimuladora, orientadora,...) que deben complementar, compartir y potenciar.


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